De la mano de nuestro querido Pedro, vino al Club para someterse a "nuestra ira", Pedro Antonio González, el autor de este libro. Escribiendo muy a posteriori este comentario, ya casi hace un año, recuerdo que hablamos del libro premiado, por un jurado en el que estaban José María Guelbenzu, Rosa Regás y creo que Marcos Giralt con alguien más, como ganador del Concurso del Café Gijón de 2017. Y es más, se comentó que Concha Yunta, quien había aparecido muy intermitentemente por las reuniones del Club, calificó el libro como no muy interesante porque había tenido malas críticas ??? . A mi me interesó. Y el jurado calificador no es cualquier jurado. El inicio es impactante, una trama muy compleja, pero muchas reflexiones y metáforas sobre la vida. El símil de las maletas, lo recuerdo interesante, la crítica a la iglesia, los recuerdos de la guerra, historias paralelas y guiños literarios con La Regenta y La Celestina por medio. Es una meta novela, o al menos un metalenguaje literario interesante. Eso si lo recuerdo. Y después el ambiente universitario actual, interactuando con lo detectivesco, acercándose a la novela negra. La opinión general del club fue de una buena nota, sobre todo por las variantes y los matices que tiene esta novela. Y eso sí, nada que ver con "Mujer bajando una escalera" de Bernhard Schlink. He dicho.
La intriga estalla desde la primera línea atrapando al lector en incógnitas extrañas al coincidir dos eventos de tinte policíaco. La novela está llena de imágenes preciosas que derivan de la inspiración poética que el autor posee, al ser también poeta. Siempre son intesantes estas obras de poetas que escriben prosa porque el estilo de escritura y los puntos de vista sobre los personajes son y únicos y muy especiales. Es de destacar la descipción de las atmósferas que crea antes de que ocurra un evento, la del escenario y la visibilidad de las actividades, diálogos y viajes. Pero lo que hace a la novela, en mi opinión, una obra sensible a los sentidos es la adjetivación y cómo resalta de forma sutil casi poética, las diversas circunstancias o rasgos físicos que hace que los personajes tengan vida propia y el lector se identifique con ellos. Como ya he dicho las metáforas poéticas están intercaladas con mucha precisión y dan a la lectura una dimensión de realidad tierna y conmovedora. Luces y sombras magnícamente encajadas en un ambiente universitario donde la búsqueda de un libro anterior a la Celestina, es el hilo conductor que conforma, aun contra la voluntad de los actores, el destino de sus protagonistas.
De la mano de nuestro querido Pedro, vino al Club para someterse a "nuestra ira", Pedro Antonio González, el autor de este libro. Escribiendo muy a posteriori este comentario, ya casi hace un año, recuerdo que hablamos del libro premiado, por un jurado en el que estaban José María Guelbenzu, Rosa Regás y creo que Marcos Giralt con alguien más, como ganador del Concurso del Café Gijón de 2017. Y es más, se comentó que Concha Yunta, quien había aparecido muy intermitentemente por las reuniones del Club, calificó el libro como no muy interesante porque había tenido malas críticas ??? . A mi me interesó. Y el jurado calificador no es cualquier jurado. El inicio es impactante, una trama muy compleja, pero muchas reflexiones y metáforas sobre la vida. El símil de las maletas, lo recuerdo interesante, la crítica a la iglesia, los recuerdos de la guerra, historias paralelas y guiños literarios con La Regenta y La Celestina por medio. Es una meta novela, o al menos un metalenguaje literario interesante. Eso si lo recuerdo. Y después el ambiente universitario actual, interactuando con lo detectivesco, acercándose a la novela negra. La opinión general del club fue de una buena nota, sobre todo por las variantes y los matices que tiene esta novela. Y eso sí, nada que ver con "Mujer bajando una escalera" de Bernhard Schlink. He dicho.
ResponderEliminarLa intriga estalla desde la primera línea atrapando al lector en incógnitas extrañas al coincidir dos eventos de tinte policíaco. La novela está llena de imágenes preciosas que derivan de la inspiración poética que el autor posee, al ser también poeta. Siempre son intesantes estas obras de poetas que escriben prosa porque el estilo de escritura y los puntos de vista sobre los personajes son y únicos y muy especiales. Es de destacar la descipción de las atmósferas que crea antes de que ocurra un evento, la del escenario y la visibilidad de las actividades, diálogos y viajes. Pero lo que hace a la novela, en mi opinión, una obra sensible a los sentidos es la adjetivación y cómo resalta de forma sutil casi poética, las diversas circunstancias o rasgos físicos que hace que los personajes tengan vida propia y el lector se identifique con ellos. Como ya he dicho las metáforas poéticas están intercaladas con mucha precisión y dan a la lectura una dimensión de realidad tierna y conmovedora. Luces y sombras magnícamente encajadas en un ambiente universitario donde la búsqueda de un libro anterior a la Celestina, es el hilo conductor que conforma, aun contra la voluntad de los actores, el destino de sus protagonistas.
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